10 Mitos y realidades sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) están rodeados de muchos mitos que dificultan su comprensión y pueden hacer que se detecten tarde o minimice su gravedad. Estos malentendidos pueden afectar tanto a la persona que lo padece como a su entorno, e incluso pueden interferir en la recuperación. En este artículo desmintamos algunos de los mitos más comunes y los contraponemos a la realidad.
Mito 1: «Los TCA son sólo una cuestión de comida y peso.»
→ Realidad: Los TCA son trastornos mentales y emocionales que se manifiestan a través de la relación con la comida, pero que tienen raíces más profundas. La autoestima, la gestión emocional, el perfeccionismo o la ansiedad son factores clave en el desarrollo de un TCA. Recuperar el peso no significa recuperarse por completo, ya que la parte emocional y cognitiva también debe ser tratada.
Mito 2: «Sólo las chicas jóvenes tienen TCA.»
→ Realidad: Aunque los TCA son más prevalentes en mujeres jóvenes, pueden afectar a personas de todas las edades, géneros y condiciones sociales. Cada vez se diagnostican más casos en chicos, en personas adultas y en niños pequeños, pero el sesgo de género y estereotipos hacen que muchos casos no se detecten a tiempo.
Mito 3: «Si alguien tiene un TCA, se notará porque estará muy delgado.»
→ Realidad: No todos los TCA implican una pérdida de peso visible. Hay personas con un peso considerado “normal” o incluso con sobrepeso que padecen TCA, como el trastorno por atracón o la bulimia nerviosa. La salud mental no se ve en el cuerpo, y juzgar sólo por su apariencia puede hacer que muchos casos pasen desapercibidos.
Mito 4: «Los TCA son una elección o una cuestión de voluntad.»
→ Realidad: Los TCA no son una elección ni una “fase”. Son trastornos complejos influenciados por factores biológicos, psicológicos y sociales. Decirle a alguien con un TCA que «simplemente coma» o que «tenga fuerza de voluntad» no ayuda, ya que el trastorno no depende de la voluntad de la persona, sino que requiere un tratamiento especializado.
Mito 5: «Los TCA sólo se dan en culturas occidentales.»
→ Realidad: Aunque los medios de comunicación y los estándares de belleza pueden influir, los TCA existen en todo el mundo. Afectan a personas de diferentes culturas y entornos socioeconómicos, aunque se pueden manifestar de forma diferente según el contexto.
Mito 6: “La recuperación sólo consiste en volver a comer normal.”
→ Realidad: Aunque establecer un orden alimenticio es una parte fundamental del tratamiento, la recuperación también implica trabajar la autoestima, la relación con el cuerpo, la gestión emocional y los pensamientos disfuncionales . Un tratamiento eficaz debe incluir terapia psicológica y, en muchos casos, soporte médico y nutricional.
Mito 7: «Los TCA son culpa de los padres o de la persona que los sufre.»
→ Realidad: Los TCA no son culpa de nadie. Son trastornos multifactoriales en los que intervienen elementos genéticos, psicológicos y sociales. Ni los padres ni la persona afectada tienen la culpa de haber desarrollado el trastorno, pero sí pueden desempeñar un papel activo en el proceso de recuperación.
Mito 8: «Si alguien con un TCA dice que está bien, es que realmente lo está.»
→ Realidad: Muchas personas con un TCA niegan o minimizan su problema por miedo, vergüenza o porque todavía no son conscientes de su gravedad. Decir «estoy bien» no siempre significa estarlo realmente. Es importante estar atentos a las señales de alerta y ofrecer soporte sin presionar.
Mito 9: «Una persona con TCA se recupera completamente en pocos meses.»
→ Realidad: La recuperación de un TCA es un proceso largo que puede durar años y que no sigue una línea recta. Hay momentos de mejora y posibles recaídas, y esto es parte del proceso. La paciencia y el soporte del entorno son esenciales para conseguir una recuperación sólida y sostenible.
Mito 10: «Los TCA sólo afectan a las personas que quieren ser más delgadas o que tienen una imagen corporal distorsionada.»
→ Realidad: Si bien la imagen corporal distorsionada es uno de los síntomas comunes en muchos TCA, los trastornos no siempre están motivados por una obsesión con la figura física o el deseo de ser más delgado. Las causas de los TCA pueden incluir estrés emocional, dificultades en la gestión de las emociones, ansiedad, depresión, control, o incluso traumas. El trastorno puede ser una forma de gestionar u esconder estas emociones difíciles, no sólo una búsqueda del cuerpo ideal.
Los mitos sobre los TCA pueden dificultar la detección precoz, generar estigma y hacer que la persona afectada no reciba el soporte adecuado. Por eso, es fundamental informarse bien, romper con las ideas erróneas y entender que los TCA son trastornos complejos que requieren comprensión y tratamiento especializado.
La recuperación es posible, pero es necesario abordaje profesional y un entorno que acompañe sin juzgar.