El papel de la familia en la recuperación de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) no sólo afectan a la persona que los sufre, sino también a todo su entorno. La familia es un pilar fundamental en el proceso de recuperación, puesto que el apoyo emocional, la comprensión y el entorno cotidiano tienen un impacto directo en la evolución del trastorno. Pero, ¿cómo se puede acompañar a un hijo o hija que está pasando por un TCA?
1. Aceptar que la recuperación es un proceso largo
Los TCA no se resuelven de un día para otro. Es normal que como padres o madres quiera verse una mejora rápida, pero la recuperación requiere tiempo, paciencia y mucha comprensión. Habrá momentos de progreso y otros de recaída, y esto forma parte del camino.
2. Crear un entorno seguro y sin presión
El ambiente familiar puede favorecer o dificultar su recuperación. Algunas pautas que ayudan son:
- ✓ Evitar comentarios sobre el cuerpo, peso o cantidad de comida, tanto de la persona afectada como de cualquier otra.
- ✓ No hacer de comer el centro de las conversaciones familiares.
- ✓ Potenciar un clima de escucha y confianza donde el adolescente sienta que puede expresarse sin miedo al juicio.
- ✓ Mantener rutinas de comidas en familia, siempre que sea posible, sin convertirlas en un momento de tensión.
3. Aprender sobre los TCA y deshacerse de mitos
Muchos mitos rodean a los TCA, y conocer la realidad ayuda a entender mejor lo que está pasando:
- ⊗ «Sólo quiere atención.» → Un TCA no es una elección ni un capricho, sino un trastorno complejo con causas emocionales profundas.
- ⊗ “Comiendo más, se curará.” → La relación con la comida es un síntoma del problema, pero la recuperación implica trabajo emocional y psicológico.
- ⊗ “Cuando gane peso, estará bien.” → Los TCA no se resuelven sólo con cambios físicos; es necesario abordar también los pensamientos y emociones asociados.
4. Gestionar las comidas familiares con estrategia y paciencia
Los momentos de comidas pueden ser especialmente complicados en el proceso de recuperación. Algunos consejos para hacerlos más fáciles:
- ✓ Mantener la calma: Evitar comentarios como «¿Sólo has comido esto?» o “Tienes que comer más.”
- ✓ Establecer una rutina: Horarios de comidas estables ayudan a reducir la ansiedad.
- ✓ No controlar obsesivamente: Es normal preocuparse, pero insistir demasiado puede generar más rechazo y angustia.
5. Gestionar las propias emociones como familia
Acompañar a alguien con un TCA puede ser agotador y generar sentimientos de culpa, frustración o impotencia. Es fundamental que los padres y madres tengan también espacios de apoyo (terapia individual, grupos de familias, formaciones) para gestionar sus propias emociones sin que éstas interfieran en el proceso de recuperación del hijo o hija.
6. Colaborar con el equipo profesional
Los TCA requieren un abordaje multidisciplinar (psicólogos, nutricionistas, médicos). La familia puede:
- Seguir las recomendaciones del equipo profesional.
- Expresar las dudas y preocupaciones sin miedo.
- Participar en las terapias familiares, si se recomiendan.
7. Mantener la esperanza y reforzar los pequeños avances
En la recuperación, cada paso cuenta, por pequeño que sea. Celebra sus progresos, aunque sean mínimos, y recuerda que la paciencia y la constancia son clave.
La familia no tiene la responsabilidad de “curar” un TCA, pero sí puede ser un elemento esencial en la recuperación. Con un entorno comprensivo, apoyo emocional y colaboración con profesionales, se puede ayudar de forma efectiva. Con tiempo, paciencia y amor, la recuperación es posible.